En diversas ocasiones seguro que has ido navegando por el listado de activos de mayor capitalización en Coingecko o Coinmarketcap y te has encontrado tickers como $wBTC, $wETH, $renBTC, etc… ¿Qué son exactamente estos activos?
Imagina que eres un usuario de la Binance Smart Chain (conocida por sus bajos fees en comparación con BTC o ETH) y que quieres poder hacer uso del ETH que tienes o del BTC que has comprado con la intención de mantenerlo a largo plazo. Está claro que de manera directa no vamos a poder usarlo porque las redes de BTC, ETH, o la BSC no son compatibles y por tanto no se pueden transferir activos nativos de cada red a otra red distinta. Los activos “envueltos” o wrapped surgen como la solución a este problema.
Un wrapped token es la versión tokenizada de un activo en otra red. El valor de dicho activo envuelto está vinculado al precio del activo real que representa y (en principio) se puede intercambiar por su versión nativa en cualquier momento. Entonces dado que las blockchains son sistemas entre los que no se puede operar de manera nativa, los wrapped tokens incrementan esa interoperabilidad haciendo que (en esencia) salten de una red a otra.
Cuando hablábamos de stablecoins decíamos que su valor provenía del activo real (el dólar en un banco) que lo respalda, entonces puede entenderse de manera similar, que en un activo envuelto el colateral que lo respalda es el activo original en su blockchain nativa.
wBTC o wrapped Bitcoin es una versión tokenizada de BTC en la red de Ethereum. Es por tanto un token ERC20 que mantiene una equivalencia 1:1 con BTC (nativo) que te permite hacer uso de tus Bitcoins en la red Ethereum.
Estos tokens envueltos requieren siempre de un custodio — una entidad o smart-contract que tiene en su posesión la misma cantidad de token nativo que del token envuelto. En el caso de wBTC, el custodio tiene que poseer 1 BTC por cada 1 wBTC que se crea. La existencia de estas reservas se puede comprobar siempre por la analítica on-chain.
El proceso de “conversión” es muy sencillo. El custodio tiene una dirección de BTC en el que un usuario depositará la cantidad de BTC que querrá luego poder usar en la red de Ethereum y al mismo tiempo inserta una dirección de Ethereum a la que autorizar al canjeo del wBTC. De manera similar se hace el recorrido inverso de depositar wBTC y retirar BTC nativo para recuperar los BTC iniciales. Nótese por tanto que en esencia es el custodio el “encargado” de envolver y desenvolver estos activos.
Imaginemos que somos inversores de BTC desde 2014 pero no hemos vendido ninguno porque somos BTC maximalists (de esos que se ponen los ojos rojos láser en Twitter) y no pensamos venderlos hasta que llegue a $1M. En resumen, tenemos mucho capital improductivo que podríamos utilizar para pedir préstamos o colateralizar adquisiciones, etc… Dado que la red de Bitcoin “no permite” el uso de smart contracts y el Santander (de momento) no te va a dar un préstamo respaldado por BTC, podemos optar por transferir ese BTC en forma de wBTC a la red de Ethereum y sacar un préstamo, por ejemplo, con AAVE o Compound y así poner a trabajar tu capital. Es decir, utilizarlo en protocolos DeFi.
Obviamente todo esto tiene riesgos, como la liquidación del préstamo si el precio de BTC cae por debajo de un límite determinado, pero en esencia esa es la utilidad de los activos envueltos, facilitar la interoperabilidad entre redes incompatibles de manera nativa y el incremento de la liquidez en redes que sin esta opción, serían bastante ilíquidas, pues tenemos que recordar que BTC sigue suponiendo >40% del valor del mercado y es una red que es incompatible con las demás. Otra ventaja es el ahorro de las fees altas en redes como BTC y ETH usando activos envueltos en redes como Solana o BSC, y la rapidez de las transacciones en comparación con BTC.
Algunas desventajas evidentes son el riesgo tecnológico y de confianza que supone depositar tus tokens nativos con el custodio. En cuanto a métodos de custodio descentralizados tenemos renBTC, que guarda los BTC usando una red descentralizada de nodos para evitar la centralización, pero sigue siendo una tecnología experimental que puede dar lugar a errores.
Los tokens en la red Ethereum son tokens del estándar ERC20 y los activos envueltos en esta red se crean para que también lo sean. Como podréis imaginar, el proceso de “envolver” y “desenvolver” estos activos tiene un coste como todo en la red, el gas. Ejemplos de tokens ERC20 son $APE, $LOOKS, $LINK, y muchos otros.
Lo curioso es que ETH el token de la red Ethereum, no es un token ERC20 porque se desarrolló antes del lanzamiento del estándar ERC20 y por tanto en algunas aplicaciones descentralizadas (dApps) no se puede usar. A raíz de ello surge wrapped ETH (wETH), la versión ERC20 de ETH, que no es nada más que una tokenización de ETH en su propia red. Una observación es que el gas de las transacciones no se puede pagar con wETH, solo con ETH, así que si conviertes tu ETH a wETH recuerda mantener suficiente ether nativo para poder pagar las fees ;)